lunes, 17 de diciembre de 2012

Literatura precolombina

LITERATURA ECUATORIANA 
Capítulo I 
Literatura precolombina 
No todo lo que es literatura ecuatoriana comienza con la llegada del español y el inicio del proceso del mestizaje, complejo y de ricas resonancias culturales.  Hubo sin duda una literatura anterior a todo aquello.  Era impensable que pueblos que tanto desarrollo tuvieron en lo económico, social, militar, político y cultural hubiesen carecido de literatura.
            De lo que esas gentes que poblaron los territorios que serían más tarde la Audiencia de Quito y hoy, aunque tremendamente disminuidos, son la República del Ecuador carecieron fue de escritura.  Y, al ser la escritura la manera de fijar y trasmitir fielmente las manifestaciones literarias, esa literatura difícilmente rebasó ciertas fronteras de espacio y tiempo.
            Pero sí las rebasó, porque tuvo maneras de fijarse y trasmitirse.  Los pueblos sin escritura compensan esa carencia con recursos especiales.  Son los de la tradición oral, que también tienen sus maneras de dar a ciertos textos especialmente valiosos o importantes la fijeza que les asegure su permanencia en el tiempo y el rebasamiento de los ámbitos espaciales en que fueron dichos.
            Uno es la música.  Un texto convertido en canción asegura su fijeza y trasmisión y puede perdurar, sin alteraciones, largamente.
            Otros son recursos estrictamente literarios: el ritmo y el metro; ciertas imágenes en las que no se puede tocar nada sin deshacerlas.  O los núcleos narrativos y enlaces de una narración.
            El cofre en que esos pueblos van depositando lo mejor de sus sabidurías es el folclor.  Ellos lo guardan allí, cifrando esas sabidurías en cantos y música, pinturas y diseños, esculturas y cerámicas, narraciones y poemas, adivinanzas y fórmulas sapienciales, juegos y objetos en que dejaron impresa su marca.
            Y el hombre moderno de culturas escritas ha urdido maneras de sacar esos tesoros.  Es decir, de descifrar aquello en esas creaciones populares cifrado.  Esa es la ciencia y arte del folclor.
            Indagaciones folclóricas son las que han podido entregarnos elementos para rehacer la literatura de esos antiguos antepasados nuestros.
            Sería un error anticientífico exigir de esas recuperaciones el rigor de un códice escrito –que pudiera contrastarse con otros códices hasta llegar a la versión definitiva, que se suele llamar “canónica”, de ese texto.
            Para penetrar por estos caminos en ese mundo tenemos que despojarnos de nuestra mentalidad de cultura escrita, y, peor, si positivista, y sus requerimientos.
 
 
LA LENGUA DE LA LITERATURA ABORIGEN
 
La lengua en que se hizo esta literatura es el quichua.  A lenguas anteriores a la imposición del quichua por la conquista incásica se hace mucho más problemático acceder porque generalmente son lenguas muertas, de las que, por falta de escritura, no quedó documentación alguna.  El quichua, no; el quichua es lengua viva en numerosas comunidades de Bolivia, Perú y Ecuador.  Y en quichua han podido recuperarse textos de muy probable antigüedad.   
            Juan León Mera, que fue el primer estudioso que recogió cantares populares –donde cabe hallar literatura anterior al mestizaje-, abrió su Ojeada –una de las primeras dos obras de historia y crítica de la literatura ecuatoriana- por unas “Indagaciones sobre la poesía quichua” y atendió, en primer lugar, a la lengua en que esa poesía se hizo.  Hizo hermoso encomio de esa lengua:
 
La lengua quichua es una de las más expresivas, armoniosas y dulces de las conocidas en América; se adapta a maravilla a la expresión de todas las pasiones, y a veces su concisión y  nervio es intraducible a otros idiomas.  Merced a sus buenas cualidades, no hay objeto material o abstracto que no anime con vivísimos colores e imágenes hermosas[1]
 
            La lengua ofrece cauces y posibilidades expresivas y artísticas a una literatura, a la vez que le marca límites.  Acertado, pues, el criterio de Mera de llamar la atención hacia la lengua, como primer paso para tentar apreciaciones de una literatura ecuatoriana quichua.
            Quito careció de cronistas como los que hicieron los primeros inventarios de las cosas del Perú y no tuvo un historiador temprano de tanta pasión por sus antepasados como el inca Garcilaso de la Vega, autor de Comentarios reales.  Y la obra de fray Marcos de Niza, que llegó a Quito en la comitiva de Sebastián de Benalcázar y que, según el padre Juan de Velasco -que lo leyó-, escribió no poco de las antigüedades quiteñas, no ha podido encontrarse.  Había que llegar al propio Juan de Velasco, nuestro protohistoriador, ya en pleno siglo XVIII, para poder trazarnos un cuadro de la vida cultural del Reino de Quito, en la que florecieron manifestaciones literarias.
 
LAS FIESTAS Y LA LITERATURA PRIMITIVA
 
Hechos centrales de esa vida cultural de que fue elemento importante la literatura son las fiestas, fiestas que, al menos las más solemnes, aún perviven en pueblos y comunidades de nuestra serranía.
            El historiador jesuita recorre mes a mes esas fiestas que él pudo registrar a poco más de siglo y medio de la conquista y a más de dos siglos y medio de estos comienzos del siglo XXI:
 
diciembre, el Raymi, fiesta solemnísima de baile, precedida por ayuno;
enero, Uchuy-pucuy, o fiesta de los primero cogollos del maíz;
febrero, Hatum-pucuy, o crecimiento del maíz;
marzo, Paucar-huatay, fiesta de primavera o florecer, una de las cuatro principales, con renovación anual del fuego sacro, sacrificios y banquetes y bailes
 
            Y así los otros meses, hasta el Capac–Raymi, baile general concluida la siembra del maíz.
            Como se verá, el ciclo festivo correspondía al ciclo agrícola, el que, a su vez, dependía del ciclo solar.  De allí su supervivencia en pueblos aún agrícolas, a los que los períodos solares marcan los tiempos de siembra y cosecha, que son los de esperanza y de realización de esa esperanza.
            En estas fiestas agrícolas, dijo el cronista mayor de las antigüedades quiteñas, lo más eran música y danzas, estas con sus coreografías elementales y evoluciones procesionales.  Pero había en algunas fiestas cantos y esto nos pone ante una primitiva manifestación literaria.  Del Aymuray, fiesta de mayo, se dice que el acarreo del maíz a las trojes se hacía “acompañado de músicas y cantos en forma de procesión solemne”.  De la Ayarmaca -o celebración de los difuntos- recogió Velasco algo para el buceador en esta literatura aun más significativo: “la hacían una vez al año, con fiesta lúgubre de músicas funestas y tristes cantos.  En ellos relataban las proezas y hazañas de los respectivos difuntos de cada tribu o familia”.  Y añadió algo aun más incitante, aunque solo lo dio como probable: “es probable que este mismo mes se representasen las tragedias de que hacen mención los escritores, como alusivas a los hechos de sus antepasados”.
            En otra parte de su Historia escribió Velasco algo de la mayor importancia para una reconstrucción de la literatura india quiteña: “Despojada su religión de la multitud de fábulas que no tienen probabilidad ni arguyen particular ingenio, se reducía todo a la adoración del Sol y de la Luna” Comenté así ese texto del protohistoriador: “Lo que subyace debajo de este texto es que se habría producido en el pueblo quiteño un empobrecimiento en región tan fecunda para la literatura primitiva como son teogonías y cosmogonías –capítulo importante de la épica primitiva quichua y aymara es cosmogónico-.  Y también en esta parte, las supervivencias –aquí la pobreza y falta de originalidad de las supervivencias- parecen haber dado la razón a Velasco”[2]
 
LOS CAUCES O GENEROS
           
Basados en estas noticias trasmitidas por nuestro primer historiador –espíritu sorprendentemente atento a todas las supervivencias de historia y vida de los pueblos del Reino de Quito- y en indagaciones históricas y folclóricas posteriores –no solo ecuatorianas: también bolivianas y peruanas-, podemos aventurar un panorama de esa literatura.
            Sus cauces fueron cuatro:
 
                        Épica
                        Lírica coral
                                    Individual
                        Teatro
                        Prosa sapiencial
                                   Narrativa
 
            Y esto en dos ámbitos: lo religioso o sacro y lo profano.
            Atendiendo pues, a esto, así podría organizarse la gran matriz de la literatura de precolombina:
 
                        Cuadro de ariel, p 23
 
            Importa tener presente que se trata de una matriz estructural, teórica, y en el caso ecuatoriano no todas esas casillas se han llenado con obras recuperadas, y en casos, ni siquiera con noticias válidas de obras.
            En cuanto a la matriz misma, en las casillas de la lírica se han puesto nombres.  Y ello es porque en el área andina se conocen las producciones correspondientes.
            En la lírica individual religiosa, tenemos el huacaylli, poema de invocación, adoración, exaltación de espíritu religioso.  Plegarias sacerdotales.  Estrofas asonantes o consonantes de cuatro a cinco versos endecasílabos u octosílabos.
            En la lírica religiosa coral tenemos el huaylli y el wawaki.  El huaylli es canto de reverencia al soberano, al estilo de los “Himnos de Atahualpa”[3].  El wawaki podía ser religioso o profano; en cualquier caso era canto de amor que solemnizaba ceremonias y ritos colectivos.  El religioso cantaba a Wiracocha (el Dios Sol) y a la Pacha Mama (la Tierra nutricia).
            En la lírica profana individual es donde hallamos el mayor número de nombres.
            El arawi (que acabaría refugiándose en la tristeza del yaraví) era la poesía lírica por excelencia: expresión intensa de sentimientos.  Y el urpi no es sino una de las formas del arawi: el arawi erótico, teñido de nostalgia.  Tomó su nombre de “urpi”, la paloma, que era la metáfora preferida para la mujer amada.  El aymoray , también poema amoroso, se diferenciaba del urpi porque era más alegre y de ritmo más ágil.
            Y del huayno –que sobrevive en Bolivia y el Perú como tonada que se canta y baila- ha destacado un estudioso: “Su presteza danzarina, su requiebro de jolgorio, su cadencia aparentemente lenta y que admite y exige el redoble acelerado de los requiebros (que equivalen al zapateado del baile en sí)”, añadiendo que tomaba motivos de la vida cotidiana[4]
            El jaili, la forma más frecuente de lírica profana coral, era canto de carácter dialogal, en tono de himno, que solemnizaba ocasiones de euforia y regocijo, tanto rurales –cosechas-, como sociales –retorno de guerreros victoriosos, entrada de monarcas o jefes-.  Eran composiciones de seis a ocho sílabas por verso, de factura suelta, asonantados, en grupos estróficos pautados por la exclamación “¡jaili!”, casi siempre dicha por el coro.


jueves, 6 de diciembre de 2012

Epica Ecuatoriana


Epica ecuatoriana Antecedentes
La primera muestra de la poesía épica en nuestro país data de la época colonial con el poema
“Conquist
 de   
Menorca”
del jesuita riobambeño José Orozco
Representantes
JOSÉ JOAQUÍN DE OLMEDO el mas representativo
CARACTERISTICAS
La iglesia ya no ocupa el centro del poder como en tiempos anterioresExiste una permanente búsqueda de la bellezasurge como consecuencia del espíritu heroico que anima a una colectividad en el período deformación nacionalSe trata en definitiva de literaturizar la historiaEn la época colonial, al igual que en el resto de la región, la poesía solía tener temática religiosa oestar dedicada a personajes de la nobleza
Obras 

Canto a Bolívar
 
 La épica es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino más bien contada oralmente por los rapsodas.
Componentes básicos del género
La intriga
El persona
La caracterización
El espacio
El tiempo
CARACTERÍSTICAS DE LA ÉPICA .
-La épica o epopeya relata las empresas bélicas, o gestas de héroes o personajes míticos de la antigüedad.
-Probablemente uno de los primeros géneros literarios, pues la mayoría de los pueblos cuentan en su tradición con un gran poema épico que narra las aventuras del héroe nacional, que a menudo es un símbolo nacional.
-Inicialmente era de carácter oral y no tenía un autor único, sino que era un conglomerado de poemas que los rapsodas recitaban probablemente con acompañamiento musical ante un público e iban transformando colectivamente.
-Llegó un momento en que esos cantos fueron puestos por escrito por uno o varios autores que les dieron un tono más homogéneo: ése es el caso de las dos grandes epopeyas griegas: La Ilíada y La Odisea, atribuidas a Homero, que fueron las que más influyeron en la épica romana y luego en toda la literatura occidental.
-El tono es glorioso y solemne.
-Aparecen con frecuencia los clichés o frases hechas (como llamar siempre a cada personaje con los .mismos epítetos: "Aquiles el de los pies ligeros:.." ,.. "Apolo el que hiere de lejos...").
-La versificación griega y romana se caracterizaba por un ritmo determinado debido a la sucesión regular de sílabas largas y breves. La poesía épica solía escribirse en hexámetros (sucesiones de sílabas largas o dos breves).

EPICA ECUATORIANA

La primera muestra de la poesía épica en nuestro país data de la época colonial con el poema “Conquista
de Menorca” del jesuita riobambeño José..

Época histórico-literaria
La épica: constituye el primer genero literario que aparece en la historia universal. sus orígenes viene de la voz griega "epos" que significa narración. Tuvo sus orígenes en Grecia en el siglo VII a.c
Esta clase de poesía se caracterizaba por ser eminentemente narrativa y su objetivo era relatar temas de tipo guerrero o heroico con la intervención de personajes legendarios, míticos
la modalidad mas importante de la poesía épica era la epopeya; entre las que han alcanzado esta categoría en literatura universal se anotan:
"La Iliada"                                  Homero                                    Grecia
"La Odisea"                                 Homero                                    Grecia
"La Eneida"                               Virgilio                                      Roma
"La Divina Comedia"            Dante Alighieri                       Italia
"El Mahabharata"                  Vyasa                                         India
"El Ramayana"                        Valmiki                                     India
"El Paraíso perdido"             Jhon Miltón                            Inglaterra

Marco de Referencia
Alrededor de 1820, toda América se encuentra empeñada en conseguir su emancipacion, después de los fracasosos intentos que en 1810 costaron la vida a varios patriotas. Las ideas revolucionarias e independentistas se han regado por todo el continente, bajo la influencia de la Revolución Francesa, y de la Independencia norteamericana. De esta forma, los intelectuales de la época tomaron partido por la causa y utilizaron la pluma y su acción directa para intervenir en este proceso
Se incluyen autores como el venezolano Andrés Bello y el ecuatoriano José Joaquín de Olmedo.
Las obras literarias de estos autores cantaran tanto la glorias militares como los planes de reconstrucción y reordenamiento de los países ya independientes.
en el caso de Ecuador, 1830 es la fecha del país como República y el contexto político de los años  de gobierno de Flores.
Literalmente es un autentico siglo de oro: Nombres como:
Eugenio Espejo (Quito, 1710-1795), Juan de Velasco (Riobamba 1727-1792), Pedro Vicente Maldonado a Rafael Garcia Goyena.
LA EPICA EN EL ECUADOR.
La primera muestra de poesía épica en Ecuador data de la época de la Colonia, con el poema "Conquista de Menorca" de jesuita riobambeno José Orozco, obra que fue escrita en España  por tratar un asunto extraño no tiene mayor interés para el pueblo ecuatoriano. la historia literaria ecuatoriana no registra ningún otro representante de valor en el genero épico en este periodo.
En los primeros años de la vida republicana del Ecuador emerge la pluma de José Joaquín de Olmedo, convirtiéndose en la figura de este genero en Hispanoamérica.

VIDA Y OBRA DE JOSE JOAQUIN DE OLMEDO.
Considerado justamente como el cantor de las guerras emancipadoras, nació en Guayaquil el 19 de marzo de 1780. Fue el primer hijo del hogar del capitán español Agustín de Olmedo y Moyano, radicado en Guayaquil y casado con Ana Francisca Maruri y Salavarria, de la aristocracia guayaquileña. Se traslada a Lima y allí estudia en  la Universidad de San Marcos, donde obtiene el Doctorado en Leyes. Regreso al Ecuador por el fallecimiento de su padre en 1808.
En la Cortes de Cadiz, el 12 de agosto de 1812, pronuncio su celebre discurso sobre la Supresión de las Mitas. En funciones Diplomaticas estuvo en Londres y París. En 1830 fue designado Vicepresidente  de la República y después Gobernador de Guayaquil. Inicialmente partidario de Flores, acabo en la oposición. Murió  19 de febrero de 1847. Entre sus principales obras poéticas están: La Victoria de Junín o Canto a Bolívar y Al General Flores, vencedor en Miñarica, La muerte de la Princesa de Asturia,

CANTO A BOLIVAR
El trueno horrendo que en fragor revienta                       
y sordo retumbando se dilata                                                     
por la inflamada esfera,                                                                  
al Dios anuncia que el cielo impera.                                          
Y el rayo que a Junín rompe y ahuyenta                              
la hispana muchedumbre                                                                
que, mas feroz que nunca, amenazaba                                     
a sangre y fuego eterna servidumbre                                       
y el canto de victoria                                                                     
que en eco mil discurre, ensordeciendo                                
el hondo valle y la enriscada cumbre,                                 
proclaman a Bolívar en la tierra                                               
arbitro de la paz y de la guerra                                                
Las soberbias pirámides que al cielo                                      
el arte humano osado levantaba                                              
para hablar de los siglos y naciones;                                        
-templos do esclavas manos                                                      
deificaban con pompas a sus tiranos                                   
ludibrio son del tiempo que con sus ala                               
débil, las toca y las derriba al suelo,                               
después que en fácil juego el fugaz viento                         
borro sus mentirosas inscripciones;                                     
y bajo los escombros, confundido                                     
entre las sombras del eterno olvido                                      
-oh de mi ambición y de miseria ejemplo!      
el sacerdote yace, el dios y el templo
mas los sublimes montes, cuya frente
a la religión etérea se levanta,
que ve las tempestades a su planta
brillar, rugir, romperse, dispararse
Los Andes, las enormes, estupendas
moles sentadas sobre base de oros,
jamas se moverán. ellos, burlados
de ajena envidia y del protervo tiempo
la furia y el poder, serán eternos
de Libertad y de victoria heraldos,
que con eco profundos
a la postrera edad dirán del mundo:
"Nosotros vimos de Junín el campo;
vimos que al desplegarse
del Perú y de Colombia las banderas,
se turban las legiones altaneras,
huye el fiero español despavorido
o pide paz rendido.
Venció Bolívar. El Perú fue libre.
Y en triunfal pompa Libertad sagrada
en el templo del Sol fue colocada

Estructura del Poema.- El poema tiene 906 versos combinados arbitrariamente por el poeta entre heptasílabos y endecasílabos.
Las estrofas por el numero de versos, son irregulares o libres, algunas de ellas tiene dos versos, mientras que otras tienen hasta veinticinco versos.

El canto consta de dos partes:
1.- La Batalla de Junín.
1.2.- La naturaleza presenta un clima de victoria
1.3.- Invocación a la musas.
1.4.-Proclama de Bolívar
1.5.- Batalla.
1.6.- Imploración al sol.

2.- La Victoria de Ayacucho.
2.1.- Arenga de Huayna Capac.
2.2.- Batalla. Intervención de Sucre
2.3.- Recibimiento victorioso de Bolívar en Lima
2.4 Termina el canto y el poeta deja el pedestal de su inspiración.
El poema se distribuye en los siguientes apartados:
INTRODUCCION.
(verso 1-48) Empieza relacionado el trueno que anuncia al Dios del cielo con el rayo y el canto de victoria que proclama a Bolívar arbitro de la paz y de la guerra. Luego el poeta realiza una hermosa comparación entre las pirámides de egipcias y los Andes, de cuyos  montes dice que "sobre sus bases de oro" proclamaran eternamente el nombre del Libertador.


CONTENIDO
El poema se inspira en dos acciones de guerra a favor de la independencia: Las batallas de Junín y de Ayacucho. Perú es el ultimo reducto de los realistas, después de haber sido derrotados en otros países de América. El poema canta el jubilo americano al expulsar a los españoles de estas fortaleza.
El poema comienza presentando una atmósfera atronada que se une al presentimiento de victoria. Explica luego el papel de los Andes desempeña como silencioso eterno testigo de los campos de batalla. La musa toma posesión del poeta  y recorre os campos de batalla. La presencia de Bolívar es presentada con un retrato conciso y breve:
"Su voz, un truen0. Su mirada un rayo". La proclama del Libertador  es lapidaria: "Quien no es pera vencer, ya esta vencido". Aparecen en el poema numerosos personajes, históricamente cercanos a los hechos, pero también otros como Huayna Capac, cuya presencia tiene por objeto reforzar la necesidad histórica del triunfo de Ayacucho. La victoria final se encuentra en manos de Sucre. Bolívar llega a Lima en medio de vitores y aclamaciones.
ESTILO.- En el poema se encuentran huellas de dos corrientes literaria, la clásica y la romántica. La primera se hace presente en algunos elementos extraídos de la épica antigua, como las invocaciones a las musas y la exaltaciones del héroe. La romántica se manifiesta en las referencias nostálgicas a la tierra americana, en la pasión con que describe la naturaleza, el culto rendido a los héroes, etc., rasgos que acercan al autor al romanticismo hispanoamericano del siglo XIX.
VALORES.- El poema contiene importantes referencias mitológicas, que lo ubican dentro de la épica clásica. Invoca a Martes, Pala y Ceres, habla de un "tártao furor" y de ayuda de las "musas", etc. Los héroes y ciertas situaciones adquieren firmeza excepcional, legendaria. Para explicar hechos destacados, el poeta recurre a presencia de los Dioses paganos, sin llegar, desde luego, a lo maravilloso característico de la epopeya griega. Es indudable el nivel de objetividad, propio de este genero, cuando hace referencia a los hechos históricos concretos que sirven de punto de partida para asociar los contenidos con otros perteneciente a Grecia a los países orientales.

OJO  EL ESTUDIANTE DEBE TRANSCRIBIR A SU CUADERNO DE MATERIA

miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL BARROCO

Carlos Fuentes, El espejo enterrado, “El barroco del Nuevo Mundo”

‘La rígida contrarreforma católica también hubo de hacer una concesión a la sensualidad.  Ella fue el arte del barroco, la excepción expansiva y dinámica a un sistema religioso y político que quería verse a sí mismo unificado, inmóvil y eterno’ (279).

‘Igual que en Europa, entre el ideal y la realidad apareció el barroco del Nuevo Mundo, apresurándose a llenar el vacío’; ‘una manera para expresar nuestras dudas y nuestras ambigüedades’ (280).  Ejemplo de Tonantzintla, México

‘Pues nada expresó nuestra ambigüedad mejor que este arte de la abundancia basado sobre la necesidad y el deseo; un arte de proliferaciones fundado en la inseguridad, llenando rápidamente todos los vacíos de nuestra historia personal y social después de la Conquista con cualquier cosa que encontrase a la mano’; ‘Arte de la paradoja: arte de abundancia, prácticamente ahogándose en su propia fecundidad, pero arte también de los que nada tiene’ (281).

Ejemplo en el arte de José Kondori, estofado y carpintería, en Potosí del Alto Perú, hacia 1728: ‘Pues entre los ángeles y las viñas de la fachada de San Lorenzo, aparece una princesa incásica, con todos los símbolos de su cultura derrotada animados por una nueva promesa de vida.  La media luna indígena agota la tradicional serenidad de la viña corintia, el follaje de la selva americana y el trébol mediterráneo se entrelazan.  Las sirenas de Ulíses tocan la guitarra peruana’ (282).

‘El carácter circular del barroco, que exige puntos de vista determinados por el desplazamiento y rehúsa darle a nada ni a nadie un punto de vista privilegiado; su afirmación del cambio perpetuo; su conflicto entre el mundo ordenado de los pocos y el mundo desordenado de los muchos’ (291).

Características del barroco del Nuevo Mundo:

● Abundancia de volutas y adornos, llenando el espacio
● Juxtaposición de símbolos nativos y europeos: el mestizaje
● Dinamismo de formas
● Presentación de antítesis, contrastes y paradojas

Dos ramas del barroco:
● El culteranismo: complejidad verbal (sintaxis retorcida), vocablos del griego y del latín; principalmente en poesía, con influencia de Góngora
● El conceptismo: economía verbal, ingenio en hacer antítesis, paradojas y juegos de palabras; principalmente en prosa, con influencia de Quevedo y Gracián

Apuntes del video
El oro de las Indias fluyeron a España.
La gran montaña de Potosí en los Andes, más grandes ciudad del Nuevo Mundo.
La coca, el regalo de Dios para los pobres.
La Contrarreforma—la sociedad colonial; imaginación; lo barroco.  Dos fuerzas entran en conflicto: pueblos indígenas; la fuerza del sueño renacentista, crear una utopía en el Nuevo Mundo.  Llenar los vacíos entre el ideal y la realidad.
Iglesias de Potosí; refugio del sincretismo religioso y cultural.  Fachada de una iglesia, una princesa indígena.  Arte de la abundancia, casi sofocado por su propio exceso.









martes, 2 de octubre de 2012

Concepto de literato


literato definición ,Sentido del literato,se aplica a la persona que cultiva la literatura, escribiendo o estudiándola. Se aplica a la persona que tiene sólidos conocimientos de literatura

literato de la persona versada en literatura, o que por profesión o estudio se dedica a ella Tesauro literato: escritor,columnista, novelista, dramaturgo, poeta, ensayista, autor


martes, 18 de septiembre de 2012

PACHACÁMAC


BOLETIN Y ELEGIA DE LA MITAS


César Dávila Andrade, poeta ecuatoriano, escribió este estremecedor poema indígena en 1959. Años después, fue puesto en escena por el Teatro Ensayo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

En este 12 de octubre, Día de la Resistencia Indígena, RADIALISTAS se enorgullece de enviarles este audio, recuperado de antiguos archivos. Para Antonio Ordóñez, quien declama el poema, nuestro mejor agradecimiento. 

Yo soy Juan Atampam, Blas Llaguarcos, Bernabé Ladña,

Andrés Chabla, Isidro Guamacela, Pablo Pumacuri,
Marcos Lema, Gaspar Tomayco, Sebastián Caxicondor.
Nací y agonicé en Chorlaví, Chamanal, Tanlagua, Nieblí.
Sí, mucho agonicé en Chisingue,
Naxiche, Gambayna, Poalé, Cotopilaló.
Sudor de sangre tuve en Caxají, Quinchirana,
en Cicapla, Licto y Conrogal.
Padecí todo el Cristo de mi raza en Tixán en Saucay,
en Molleturo, en Cojitambo, en Tovavela y Zhoray.
Añadí así más blancura y dolor a la cruz que trajeron mis verdugos. .

A mí tam. A José Vacacela tam.
A Lucas Chaca tam. A Roque Caxicondor tam.
En plaza Pomasqui y en rueda de otros natuales
nos trasquilaron hasta el frío la cabeza.
Oh, Pachacámac, Señor del Universo,
nunca sentimos más helada tu sonrisa,
y al páramo subimos desnudos de cabeza,
a coronarnos, llorando con tu Sol.

A Melchor Pumaluisa, hijo de Guápulo,
en medio patio de hacienda, con cuchillo de abrir chanchos,
le cortaron los testes.
Y, pateándole, a caminar delante
de nuestros ojos llenos de lágrimas.
Echaba, a golpes, chorros de ristre de sangre.
Cayó de bruces en la flor de su cuerpo.
Oh, Pachacámac, señor del Infinito,
Tú, que manchas el Sol entre los muertos.

Y vuestro Teniente y Justicia Mayor
José de Uribe: "Te ordeno". Y yo,
con los otros indios, llevámosle a todo pedir,
de casa en casa, para su paseo, en hamaca.
Mientras mujeres nuestras, con hijas, mitayas,
a barrer, a carmenar, a texer, a escardar;
a hilar, a lamer platos de barro -nuestra hechura,-
Y a yacer con Viracochas,
nuestras flores de dos muslos,
para traer al mestizo y verdugo venidero.

Ya sin paga, sin maíz, sin runa-mora,
ya sin hambre de puro no comer;
sólo calavera, llorando granizo viejo por mejillas,
llegué trayendo frutos de la yunga
a cuatro semanas de ayuno.
Recibiéronme: Mi hija partida en dos por Alférez Quintanilla,
Mujer, de conviviente de él. Dos hijos muertos a látigo.
Oh, Pachacámac, y yo, a la Vida
Así morí.

Y de tanto dolor, a siete cielos,
por sesenta soles, Oh, Pachacámac,
mujer pariendo mi hijo, le torcía los brazos.
Ella, dulce ya de tanto aborto, dijo:
"Quiebra maqui de guagua; no quiero que sirva
que sirva de mitaya a Viracochas".
Quebré.

Y entre Curas, tam, unos pareciendo diablos, buitres, había.
Iguales. Peores que los otros de dos piernas.
Otros decían: "Hijo, Amor, Cristo".
Y ellos: "Contribución, mitayo a mis haciendas,
a tejer dentro de Iglesia, aceite para lámpara,
cera de monumentos, huevos de ceniza,
doctrina y ciegos doctrineros.
Vihuela, india para la cocina, hijas para la casa.
Así dijeron. Obedecí.

Y después: Sebastián, Manuel, Roque, Salva,
Miguel, Antonio, Mitayos, a hierba, leña, carbón,
paja, peces, piedras, maíz, mujeres, hijas. Todo servicio.
A runa-llama tam, que en tres meses
comistes dos mil corazones de ellas.
A mujer que tam comistes
cerca de oreja de marido y de hijo,
noche a noche.
Brazos llevaron al mal.
Ojos al llanto.
Hombros al soplo de sus foetes,
Mejillas a lo duro de sus botas.
Corazón que estrujaron, pisando ante mitayo,
cuerpos de mamas, mujeres, hijas.

Sólo nosotros hemos sufrido
el mundo horrible de sus corazones.
En obraje de telas, sargas, capisayos, ponchos,
yo, el desnudo, hundido en calabozos, trabajé
año cuarenta días,
con apenas puñado de maíz para el pulso
que era más delgado que el hilo que tejía.
Encerrado desde la aurora hasta el otro claror,
sin comer tejí, tejí.
Hice la tela con que vestían cuerpos los Señores,
que dieron soledad de blancura a mi esqueleto.
Y Día Viernes Santo amanecí encerrado,
boca abajo, sobre telar,
con vómito de sangre entre los hilos y lanzadera.
Así, entinté con mi alma, llena de costado,
la tela de las que me desnudaron.
"Porque no hemos venido
a vivir en la tierra.
Sólo venimos a soñar.
Sólo venimos amar
aquí en la Tierra".

Y a un Cristo, adrede, tam trujeron,
entre lanzas, banderas y caballos.
Y a su nombre, hiciéronme agradecer el hambre,
la sed, los azotes diarios, los servicios de Iglesia,
la muerte y la desraza de mi raza.
(Así avisa al mundo, Amigo de mi angustia.
Así, avisa. Di. Da diciendo. Dios te pague).

Y bajo ese mesmo Cristo,
negra nube de buitres de trapo vinieron. Tantos.
Cientos de casas hicieron en la Patria.
Miles de hijos. Robos de altar. Pillerías de cama.
Dejáronme en una línea de camino,
sin Sur, sin Norte, sin choza, sin...dejáronme!
Y, después, a batir barro, entraña de mi tierra;
hacer cal de caleras, a trabajar en batanes,
en templos, paredes, pinturas, torres, columnas, capitales.
Y, yo, a la interperie!
Y, después, en trapiches que tenían,
moliendo caña, me molieron las manos:
hermanos de trabajo bebieron mi sanguaza,
miel y sangre y llanto.
Y ellos, tantos, en propias pulperías,
enseñáronme el triste cielo del alcohol!
y la desesperanza
Gracias!

¡Oh, Pachacámac, Señor del Universo!
Tú que no eres hembra ni varón.
Tú que eres Todo y eres Nada,
Óyeme, escúchame.
Como el venado herido por la sed
te busco y sólo a Ti de adoro.
Y tam, si supieras, Amigo de mi angustia,
cómo foeteaban cada día, sin falta.
"Capisayo al suelo, Calzoncillos al suelo,
tú, bocabajo, mitayo. Cuenta cada latigazo".
Yo, iba contando: 2, 5, 9, 30, 40, 70.
Así aprendía a contar en tu castellano,
con mi dolor y mis llagas.
Enseguida, levantándome, chorreando sangre,
tenía que besar látigo y mano de verdugos.
"Dioselopagui, Amito", así decía de terror y gratitud.

Un día en santa Iglesia de Tuntaqui,
el viejo doctrinero, mostróme cuerpo en cruz
de Amo Jesucristo;
único Viracoha, sin ropa, sin espuelas, sin acial.
Todito Él era una sola llaga salpicada.
No había lugar ya ni para un diente de hierba
entre herida y herida.
En Él, cebáronse primero; luego fue en mí.
De qué me quejo, entonces? No. Sólo te cuento.
Me despeñaron. Con punzón de fierro,
me punzaron todo el cuerpo.
Me trasquilaron. Hijo de ayuno y de destierro fui.
Con yescas de manguey encendidas, me pringaron.
Después de los azotes, y aún en el suelo,
ellos entregolpeaban sobre mí, dos tizones de candela
y me cubrían con una lluvia de chispas puntiagudas,
que hacía chirriar la sangre de mis úlceras.
Así.

Entre lavadoras de platos, barrenderas, hierbateras,
a una, llamada Dulita, cayósele una escudilla de barro,
y cayósele, ay, a cien pedazos.
Y vino el mestizo Juan Ruíz de tanto odio para nosotros
por retorcido de sangre.
A la cocina llevóle pateándole nalgas, y ella, sin llorar,
ni una lágrima. Pero dijo una palabra suya y nuestra: Carajú
Y él, muy cobarde, puso en fogón una cáscara de huevo
que casi se hace blanca brasa y que apretó contra los labios.
Se abrieron en fruta de sangre: amaneció maleza.
No comió cinco días, y yo, y Joaquín Toapanta de Tubabiro,
muerta la hallamos en la acequia de los excrementos.
Y cuando en hato, allá en alturas,
moría ya de buitres o de la pura vida,
sea una vaca, una ternera o una oveja;
yo debía arrastrarle por leguas de hierbas y lodo,
hasta patio de hacienda
a mostrar el cadáver.
Y tú, señor Viracocha,
me obligaste a comprar esa carne engusanada ya.
Y como ni esos gusanos juntos
pudo pagar de golpe,
me obligaste a trabajar otro año más;
hasta que yo mismo descendí al gusano
que devora a los amos y al Mitayo! 




Poema Quejas de Dolores Veintimilla de Galindo

¡Y amarle pude! Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma…
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como l ahoja en el árbol vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho;
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos;
él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de abril.
Vivía de su vida apasionada;
era el centro de mi alma el amor suyo;
era mi aspiración, era mi orgullo…
¿Por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere.
Sus caricias son frías como el hielo;
es mentira su fe, finge desvelo…
Mas no me engañará con su ficción…
¡Y amarle pude, delirante, loca!
¡No, mi altivez no sufre su maltrato!
Y si a olvidar no alcanzas al ingrato,
¡te arrancaré del pecho, corazón!
La declamación es un arte escénico como lo son el teatro y la danza, en el sentido que se desarrolla frente a un público que observa y escucha, que participa siendo testigo ocular y auditivo del arte representado. Es cierto que una declamación puede grabarse y su audio puede ser escuchado – como se escucharía una obra de teatro – pero algunos comentarán que se pierde mucho del arte escénico sin la imagen visual del declamador.